sábado, 17 de diciembre de 2016

Huerta por dos, Orellana por tres

El Coronación del Turismo Pista 1400 se disputó el pasado domingo 11, con un
aceptable marco de público y un parque (19) que pudo haber sido el récord del
año. Como habíamos anticipado, Javier Huerta se llevó la final, siendo esta su
segunda victoria del año, de manera muy ajustada ante José Orellana que con
el segundo lugar se aseguró su tercera corona en la categoría.


El factor principal, que intentó robarle protagonismo a los pilotos, fue la alta
temperatura reinante, más que nada por la S.T. por venir de un par de días mucho
más frescos y ventosos. Ya es común el calor en el arranque y en el cierre del zonal,
hay que tener en cuenta además, que la temporada empezó relativamente tarde.

Ignacio Daniel Rodríguez fue el primer piloto en instalarse en el Autódromo de
Concordia. Lo hizo el viernes a la tarde, cuando los boxes estaban poblados de las
máquinas, herramientas y mecánicos del "Rally de la Naranja".

Se instaló entre ellos y comenzó la silenciosa tarea de alinear, balancear, pesar...
antes de pasar por la Pre- técnica obligatoria. Tanta perseverancia se tenía que ver
reflejada de algún modo, y fue en las planillas de los tiempos.

Aprovecharon lo que pudieron del sábado, en el que el Rally les ocupó mucho más
espacio del que teóricamente le correspondía. Lo importante es que estuvieron y se
mostraron ante un público que -se sabe- es distinto del que concurre habitualmente
a ver las categorías pisteras.

Para el domingo el clima era otro, el habitual, distendido. Casi sin compañía de los
rallistas (excepto el clan Giebert que se "quedó a vivir" hasta el mediodía de ese
domingo) con esa sensación de siempre, que sobra Autódromo para los acompañan-
tes de los pilotos, en esta ocasión con algunas carpas repletas de familiares.

Como no tuvieron el habitual acompañamiento de las motos de velocidad, que ya
habían cerrado su calendario en la anterior, esa sensación de "estamos todos los
que nos conocemos" se agigantó.


RODRÍGUEZ, EL GRAN CANDIDATO

Fue "Nachito" Rodríguez el autor del mejor registro a la mañana. El día había amaneci-
do fresco como los anteriores, pero la temperatura fue subiendo demasiado en los prime-
ros minutos de la mañana, indicio que "el fresquito" había terminado.

Ignacio hizo 1' 29" 628 a 123, 711 Km/h  (el cronometraje oficial usó erróneamente
 3.200 metros de cuerda por eso le otorga fantásticos 128 Km/ h de promedio) dejando a
173 a Walter Giovenale, 318 a Gustavo Francois, 334 a Javier Huerta, y 474 a José
Orellana. El sexto Daniel Peliquero estaba lejos, a 718, apenas 030 menos que Martín
Chiraulo.
         Primera vuelta de la final y Rodríguez al frente. Hasta allí todo era normal.



Fueron 18 las máquinas presentes, con el regreso de Fabián Vinzon, que reorganizó su
equipo, y le cambió parcialmente el color a su Fiat Uno. Gustavo Bonnin y Sergio
Ferroni se olvidaron que se clasifica con boxes cerrados, no fueron a parque cerrado,
por lo tanto su tiempo les fue retirado. Leonardo Cuenca no salió a clasificar.

"Calo" Garnier hubiese sido sexto, pero en la técnica tuvo un pequeño inconveniente
que hizo que deba partir anteúltimo la serie. Se notaron las ausencias de Alejandro
Pellegrini y Agustín Roncaglione. Además, el Fiat Uno muy bien presentado de Javier
Gómez, quedó para el año que viene. Un chasis nuevo que requerirá muchas horas de
ensayos -al decir de David Lound- para que gire en tiempos más o menos competitivos.

Pasó el mediodía y a la hora estipulada salieron las nueve máquinas que animaron la
primera serie. Como es sabido, a pedido de los pilotos, Rodríguez ocupó el cajón 2 por
que de esta manera larga por la cuerda. Francois el 3, Orellana el 4 y así sucesivamen-
te.

Todo estaba dado para que el "poleman" se luciera en esta batería, y así fue. Le costó
un poquito alejarse del tándem Orellana- Francois, es más, al principio fueron un
trencito de tres, en el que Orellana parecía más ocupado en perseguir a Rodríguez
que cuidarse de Gustavo.

Detrás se formó un interesante pelotón formado por Chiraulo, Vinzon, Ferroni y
Scervino. Hacia la tercera vuelta al fin pudo despegarse Rodríguez, mientras que
en el trencito, Scervino ya no podía mantener el ritmo. Más atrás todavía, cerraban
Cáceres y Cuenca. Para el verde de Alejandro (el Fiat Uno, no él) sería éste el último
paso, ya que abandonaría metros más adelante, en la parte interior de la curva 1.

La maniobra de la serie fue la que ensayó Ferroni, bien por adentro superando a
Chiraulo, de modo que cerró la cuarta vuelta en el cuarto lugar. Para la siguiente
ronda (5) Orellana le sacó una pequeña pero definitiva ventaja a Francois. Hasta
entonces habían circulado uno detrás de otro. Ferroni hacía lo propio con el
tándem que tenía detrás, en el que Vinzon atacaba a Chiraulo. Quedó quinto el
Fiat Uno ahora tricolor.

No hubo novedades en el postrer giro, quedando los nueve puntos en poder de
Ignacio Rodríguez. Con los 7, 5 del segundo lugar, José Orellana ampliaba la
ventaja sobre Gustavo Francois en 1, 5. Largaría la final, entonces, con 7, 5
sobre el "Presi" de la categoría. Tenía todo el favoritismo, pero a las carreras
hay que correrlas...

Cuarto Ferroni que había largado último, quinto Chiraulo ante la exclusión por
técnica de Vinzon (tiene un karma) sexto Francisco Scervino y séptimo Leo
Cuenca con el modesto 128, girando en otro ritmo, pero sin perder la vuelta.

Bastaba mirar la planilla de la clasificación para concluír que el gran candidato de
la segunda serie era Walter Giovenale. El Duna que en las especulaciones de las
primeras fechas era serio candidato al triunfo, iba por la despedida digna, convidado
de piedra en la definición, ya que el 2- 3 de Orellana y Francois lo habían dejado en
la misma frontera con la utopía.

Ganando la serie, debía hacer lo mismo en la final, y esperar que a José y a Gustavo
les pase algo, que no lograsen sumar un solo punto más. ¡Ajá! No hay nada que
incite más a los pilotos que esos imposibles que solamente se dan en la películas
-bueno, en algunas finales del TC Pista Entrerriano también, pero esa es la excepción
a la regla- y ahí fue Walter, al todo o nada.

Un tanto más pareja fue esta serie. A Giovenale no le sobraba nada para contener a
Peliquero, Huerta y Brugada, que en los primeros metros se quiso meter en la conversa-
ción. Un tanto más atrás venía Fernando Roude, que en el segundo giro sería desplaza-
do por Ricardo Garnier.

Chiarello, Bonnín y Prelat cerraban el marcador en la vuelta 2, cuando los esfuerzos
de Riccky ya no alcanzaban para seguirle el paso a Huerta. Hizo una buena elección
Brugada, seguir en el ritmo que le permitía el Uno, forzar el paso no rindió.

Así es como en la tercera vuelta, Garnier se estaba acercando peligrosamente a Bruga-
da, en un tren que parecía imparable. Los tres punteros se alejaban de ellos más y más.

En el cuarto giro, ni Giovenale lograba despegarse de Peliquero- Huerta, ni Garnier
podía con la pulcritud de Brugada. Los cuatro restantes pasaban distanciados entre
sí. A la sazón, Roude pasaba solitario, y Bonnín último por un retraso, en el quinto
giro.

En el último se quedó Héctor Prelat, por lo que Bonnín fue noveno. Giovenale ganó
con apenas 447 de luz sobre Peliquero, distancia mínima que en la práctica significó
que llegaron uno detrás del otro. Huerta a la cola del Duna amarillo.

Cuarto Brugada a más de diez segundos, conteniendo increíblemente a Garnier. Estos
dos también llegaron juntos, cinco segundos antes que Roude. En buen romance,
significó esta serie que Walter largaría la final unos siete metros detrás de Rodríguez.

Detrás de "Nacho" largaba Orellana, y detrás del "Puma", Francois. Los dos máximos
candidatos, nada menos. En cambio, detrás de Giovenale, dos convidados de piedra
que nada tenían que perder... Peliquero (le descubrieron una pérdida de la bomba de
agua cuando ya estaban llamando a salir a la grilla) y Huerta, que además, son todos
integrantes del equipo Pierini, por lo que se suponía, no irían a estorbar.

La largada, a Dios gracias, fue normal. El primer paso también (ver foto) Rodríguez,
Giovenale, Orellana, Huerta, Francois... solamente faltaba Cuenca, que posteriormen-
te fuera remolcado en la recta opuesta.

Cuando se aprestaban a cumplir la segunda vuelta, y sin que lo haya apareado en la
recta opuesta a la principal (sin "avisar") se tiró por adentro Giovenale, maniobra
un tanto apresurada, que lo agarró al Fiat Uno rojo doblando. Quedaron cruzados
envueltos en la nube blanca de las gomas bloqueadas.

Abrazo fuerte, así deben terminar todos los campeonatos de este deporte.
José y Gustavo dan el ejemplo. Geniales, los dos.


Por adentro se metió Orellana sin titubear, quedando líder del Coronación. Lo
seguían Huerta, Francois, Brugada, Giovenale, Chiraulo, Ferroni y el resto. Muy
retrasado, Rodríguez entró a boxes. Su hermano abrió la puerta y escuchó su recla-
mo. Algo vibraba mucho en el tren delantero, en la rueda derecha. Fueron a ver y
la llanta tenía los bordes rajados por el impacto. Le hicieron de inmediato la seña
inconfundible del "no va más" e Ignacio cortó el motor. El año para él, había
terminado.

Obviamente, la final siguió. El orden era prácticamente el mismo, en la tercera vuel-
ta del líder Orellana, cuando sucedía esto que narramos. El acoso de Huerta, que no
ocultaba su intención de ganar, se hacía sentir en algunos sectores. Francois los
seguía de cerca, al acecho.

Lo mejor estaba detrás de éstos. Ferroni sentía la escalada de Garnier. Scervino tenía
a dos que no se perdonaban nada detrás: Chiraulo y Vinzon se "aplaudían", volaban
pedazos de plástico en la última curva.

Para la quinta ronda, Garnier había dejado atrás a Ferroni, el sexto estaba unos cuantos
metros más adelante. La escalada del de Villa Elisa no se detuvo allí. Fabian Vinzon
había perdido el pleito con Chiraulo y se puso otra meta, encontrar el modo de superar
a Francisco Scervino, misión imposible cuando hay paridad mecánica.

No abundaban estos duelos, detrás de ellos "desfilaban" solitarios Cáceres, Prelat y Fer
Roude, que se había retrasado. Entre Vinzon y el Fiat Uno verde de Ale Cáceres, el
sorprendente 128 de Pedro Chiarello por delante del de Ubajay, Gustavo Bonnín, que
también circulaba sin referencias cercanas.

A todo esto (vuelta 6) el grupo de punta se había desintegrado. Francois quedó como
jamón del medio, Orellana- Huerta y detrás de Gustavo, Giovenale- Brugada. A Ricky
se le venía Chiraulo, que se había desprendido del lote que encabezaba Garnier.

Siempre con Huerta muy cerca del líder Orellana, la séptima vuelta fue un "pasame que
te paso" entre Francois y Giovenale. Parece que le avisaron a Gustavo que Walter iba a
sufrir un recargo, porque más tarde lo dejaría pasar.

El acoso del Fiat Uno de Martín al ídem plateado de Ricky predecía un inminente sobre-
paso, en tanto en el dúo de atrás que peleaba la novena colocación ya había empezado a
defenderse Scervino de Vinzon. Seguían en la hilera Chiarello, Bonnin, Prelat y Roude,
mucho más cerca del Fiat 128 azul.

Pero aquel acoso de Chiraulo quedó en eso, su ritmo decayó en la octava vuelta, en la que
los cuatro de adelante se le fueron a Brugada, más relajado tal vez al ver que se alejaba
de Martín. Ese bajón de los dos sería la carnada ideal para atraer al voraz Garnier, que
ya los tenía en la mira. Iban ocho giros, quedaban 15 autos en pista. Leonardo Cuenca,
Ignacio Rodríguez y Héctor Prelat habían desertado.

Fabián Vinzon no solamente pudo con Scervino sino que se le tiró al Duna "hirviente"
de Peliquero, al que en ciertas curvas al frenar le saltaba una nube de dudoso vapor.
No tenía paz el piloto del equipo "La plantita voladora" (Scervino) porque a partir de
allí debió contener los ataques de un inspirado Pedro Chiarello. Esto sucedía en la nove-
na ronda, cuando Roude volvió a pasar lejos de Cáceres a quien se suponía debió
haber superado fácilmente por la enorme diferencia de rendimiento.

José Orellana al fin pudo hacer un par de metros de distancia con respecto de su
perseguidor y compañero de equipo, Javier Huerta, en el décimo giro. Insistía
Giovenale con Francois, porque necesitaba descontarle al puntero los segundos
que creía que le iban a imponer como castigo por el toque.

Este giro fue fundamental en las aspiraciones de Garnier, que dejó atrás a Bruga-
da y de inmediato, también a Chiraulo. Buen ritmo el del auto azul, mas los cinco
de adelante estaban muy lejos, a un cuarto de circuito. Más atrás Ferroni, Vinzon,
Peliquero que intentaba seguir a pesar de todo, el áspero tándem Scervino- Chiare-
llo, y los solitarios Bonnin, Cáceres y Roude. Toda la recta opuesta de ventaja a
favor de Alejandro con respecto a Fernando, que no se resignaba a ser último.

La carrera comenzó a cambiar en el undécimo giro, en el que apareció tercero en el
curvón Giovenale. Por este giro, pasó octavo Vinzon, delante de Ferroni y Peliquero.

En la recta principal, otro intento de Chiarello por superar a Scervino, que no prospe-
ró. No era mucho, pero esta disputa mantuvo en vilo a los espectadores.

Giovenale se puso segundo en el duodécimo giro, a tres del final. Scervino seguía
resistiendo a Chiarello, y por la calle de boxes a marcha lenta ingresaba Peliquero.
Una poco artística mancha de aceite "adornaba" el capot del Duna amarillo sobre
la rueda delantera derecha. Gustavo Bonnin heredó la undécima colocación, justo
cuando iba por más y se encontraba relativamente más cerca de Chiarello.

Al puntero Orellana se le acercó Giovenale en la decimotercera vuelta. Había que
avisarle que lo dejara pasar, ya que los compañeros de equipo tenían objetivos muy
distintos. Francois siempre al acecho, por si se perjudicaban entre ellos (1-2-3
para los espectadores, ante la falta de un cartel que recargue o elimine de pista a
Giovenale). Otra sorpresa fue el retraso de Vinzon, que volvió a perder con Ferroni.
Frenaba mal el Fiat Uno, no era el de antes.

Walter Giovenale accedió a la vanguardia antes de cerrar la vuelta 14. Orellana, Huer-
ta y Francois compusieron un trío que exasperó los ánimos en el último giro.

Y bajaron a la par la opuesta en la última pasada. Por adentro Huerta emparejó la línea
del Fiat Uno nro. 4 (no necesitaba otra cosa que llegar detrás de Francois) de Orellana,
que no ofreció resistencia. Cuidó la cuerda por última vez, y se aseguró la tercera coro-
na de su cosecha personal. el "Puma" del barrio La Terminal.

Aceleró todo lo que pudo en la última curva Gustavo, sólo logró ponerse a la altura del
guardabarro trasero. Casi a la par los encontró la bandera a cuadros, la última del año.

Pedro Esteban Chiarello llegó a estar delante de Francisco Scervino. La batalla
le dejó de recuerdo un apercibimiento, primera mancha para lo que promete ser
un "tigre" del volante. La revelación conductiva del año para este cronista.


El resto fue lo que mostramos en las fotos, festejos, saludos, abrazos. Luego, la técnica
mientras unos pocos miraban el River- Boca en la pantalla "long-size" de la cantina y
el "loco" festejo final a eso de las 19 cuando la labor del Sr. Abel Giorgio terminó.

El esfuerzo en un habitáculo con más de 50 grados valió la pena, y los integrantes del
Pierini Competición nos hicieron partícipes de alguna forma, de su merecido festejo.
En el caso de los que no somos pilotos, la sombra había sido nuestro refugio, ante la
furia de los rayos del astro rey.

En otra nota vamos a analizar uno por uno los 23 pilotos de la temporada y  comentar
las conclusiones de este campeonato 2016.


                     GRAN PREMIO CORONACIÓN - TURISMO PISTA 1400                         

           Autódromo "Ciudad de Concordia"- Circuito de 3.080 metros               

            Novena fecha- Domingo 11 de diciempre 2016 - 15 vueltas - 46,2 km                

Pos  Piloto         auto           tiempo/diferencia

1º   Javier Huerta                    Fiat Uno                        22' 49" 624    
2º   José Orellana                    Fiat Uno                         a        896
3º   Gustavo Francois             Fiat Uno                          a 01" 103
4º   Ricardo Garnier               Fiat Uno                          a 08" 670
5º   Martín Chiraulo               Fiat Uno                          a 09" 741
6º   Ricardo Brugada              Fiat Uno                          a 17" 085
7º   Sergio Ferroni                  Fiat Uno                          a  22" 412
8º   Fabián Vinzon                  Fiat Uno                          a 38" 331
9º   Francisco Scervino          Fiat Uno                           a 46" 587
10º Pedro Chiarello                Fiat 128                (no fue suministrada)
11º Gustavo Bonnin              Fiat Duna                        a 1' 05" 113
12º Alejandro Cáceres           Fiat Uno                         a 1' 08" 872
13º Fernando Roude              Fiat Uno                         a 1' 26" 664
14º Daniel Peliquero              Fiat Duna                      a tres vueltas

Abandonaron:

   18 Héctor Prelat                 Fiat 128                      7 vueltas
   2   Ignacio Rodríguez         Fiat Uno                     2 vueltas
   25 Leonardo Cuenca           Fiat 128                       sin paso


Observaciones:
 
    6 Walter Giovenale          Fiat Duna      Excluido por maniobra en perjuicio
                                                                   de la máquina nro. 2 (Rodríguez)

   37 Pedro Chiarello          Fiat 128           Un apercibimiento por maniobra
                                                                    peligrosa en perjuicio de máquina
                                                                    nro. 17 (Scervino).


@AleSpizzirri (texto y fotos)

























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