lunes, 8 de agosto de 2016

Fiesta del Karting Entrerriano en Concepción del Uruguay

Cumpliendo los horarios previstos, con una asistencia de público que nos hizo
recordar a aquellos tiempos del K.E. en circuitos de tierra en pequeñas localida-
des del generoso "campo adentro" entrerriano, el habitual espectáculo de los
más de 200 karts se hizo presente en "la Histórica" para dejar inaugurado el
nuevo circuito, tras largos años (2) de esfuerzo por parte de la Comisión Autó-
dromo y de las autoridades municipales.

Diego Cabandié encabeza la final de la 150"A" en la parte alta del circuito.


Muy buenas finales, en especial los más chicos, de Escuela y Promocional, se
pudieron apreciar, no faltando los ya habituales momentos dramáticos, con
vuelcos tanto sábado como domingo. La organización fue sencillamente especta-
cular, solamente comparable a la inauguración del circuito de Villaguay el año
pasado, o al Coronación, en ese mismo escenario.

Como ocurriera en su momento, cuando inauguraron Gualeguay o hace poco, el
kartódromo de la "Ciudad de encuentros", a este nuevo circuito (de 1.280 metros)
le podríamos hacer las mismas objeciones. Hay que trabajar mucho más en materia
de seguridad, pero nos consta que la gente de la Comisión anotó los detalles y
sabrá corregirlos para la próxima. La emoción propia de la concreción de un viejo
anhelo quedará poco a poco atrás y será hora de sentarse a pensar en pequeños reto-
ques, con el mismo empuje que supieron tener para arribar hasta este flamante
kartódromo.

Son todos "bemoles" propios de algo recién construido, con la tierra "o muy floja
(léase barro) o muy dura" en los costados de la cinta asfáltica, o la fastidiosa
presencia de piedritas y trocitos de broza -remanentes de la obra- que en cada
intervalo los auxiliares con sopladores se dedicaban a barrer.

Algunas partes del trazado quedaron por debajo del nivel de la cinta asfáltica del
circuito principal, por lo tanto es lógico que la arena y otros desperdicios "precipi-
ten" hacia la pista de karting. En fin, cuando el pasto crezca y se afirme toda esa
tierra, como sucedió en Gualeguay, ya no existirán estos inconvenientes.

En el aspecto deportivo, nos recordó mucho a aquella "primera vez" en Villaguay,
por la cantidad de maniobras alevosas. Muchos excesos que fueron castigados
con magnanimidad digna del Papa Francisco. A algunos pilotos no les vendría mal
una fechita de suspensión, a ver si se calman, porque ayer vimos choques (hay
que llamar a las cosas por su nombre) que más allá de lo que indique el manual del
R.D.A. resultan absolutamente intolerables. Esto no es TN.

La mejor final de la tarde fue la de Escuela, ganada con lo justo por Agustín Fulini
ante su público, cuando todo parecía indicar que se la llevaría Manuel Borgert. Hu-
bo total coincidencia, los chiquitos hicieron "un carrerón".

También Promocional ofreció un espectáculo de alto nivel conductivo (la prolijidad
que los grandecitos no tienen) definiéndose en la línea a favor del victoriense Theo
Firpo, ante Juan Casagrande que nunca se dio por vencido. Solamente una trompa
fue la diferencia entre los dos.

Claudia y Carlos Percara, progenitores que tienen el raro privilegio de tener dos
hijos en pista, tuvieron ayer el día soñado, cuando Sofía ganara por amplia diferencia
en la 125 cc Light y minutos nás tarde, Juan Manuel hiciera lo propio, por más de 12
segundos, en la 125 cc Internacional. Un caso único.

Brian Ferrari se anotó la segunda al hilo (como Fulini) en la 110 Mayores, aprovechan-
do una rara final en la que los que eran candidatos se trenzaron en un estéril batalla en-
tre sí. Fraticida en el caso de los concordienses, de la cual se benefició el retrasado
Luis Letroye, que pasó entre medio de los "batallones" como diciendo "Bueno, si Uds.
no se deciden paso yo". Aparte de los tres primeros, la vistosa disputa quedó viciada
por los toques, "aplausos" y barridas de pista, no todas bien sancionadas.

Como en el verso del inmortal "Martín Fierro", tras la dura puja entre los concordien-
se la punta del torneo emigró de Concordia (Avit) a Larroque (Brian  Ferrari) en 10
frenéticas vueltas, no aptas para ansiosos.

Las divisionales de 150 cc fueron un auténtico "festival del toque". Alejados de sus
rivales en us respectivas finales, Natalio Demarchi (segunda consecutiva) y Agustín
Martínez (también segundo éxito del año) ganaron en la "A". Diego Cabandié y
Martín Baucero -única "cara nujeva" entre los ganadores- lo hicieron en la "B", en
tanto en la "C" Santiago Antivero quebró la resistencia de Martín Piana en la
última vuelta. De este modo el villaguayense se anotó la tercera al hilo, y cuarta
victoria del año.

ESCUELA: FULINI, EN EL ÚLTIMO INTENTO POSIBLE

Suena inverosímil, pero fue así. Los chiquitos de Escuela 110 ofrecieron la mejor
final, con sobrepasos limpios e incertidumbre hasta la última aceleración. Para aplau-
dir de pie. El fin de semana empezó sin novedades. Manuel Borgert al frente de
los ensayos, "Chapita" bastante lejos en los tiempos.

La foto es solo un documento, de la buena partidad de Fulini, otro momento clave.


Fue mejorando en cada salida el pequeño valor local. En la clasificación, que
resultó otro punto más para Borgert, sin embargo, fue adelantado por Benjamín
Traverso, uno de los pilotos que está para ganar en cualquier momento. Agu
se tuvo que conformar con salir tercero en la serie, quedando a 415 de la pole.

La mayor experiencia de los que se están enfrentando directamente por el título,
pesó mucho en la serie. Se fueron a dirimir lo suyo "aparte" Borgert y Fulini des-
de la primera vuelta. Segu Barroso se ponía tercero, cuarto el reaparecido Uriel
Schmukler, y quinto Juan P. Leonardelli, autor de una muy buena partida, en
esta serie única que estamos intentando narrar.

Dos vueltas al frente estuvo al frente el ramirense, Se pasó en la frenada de la
recta opuesta, y Fulini capturó la punta por adentro. Fue el único error de Manu
en todo el día. no pudo disfrutar mucho Agustín, pues Borgert lo persiguió y en
el curvón entre las curvas 4 y 5 -delante de la multitud detrás del alambrado-
intentó recuperar "lo suyo".

Esta vuelta 3 fue lo mejor de Leonardelli, que quedó delante de Schmukler, en
una gran "zambullida" a la curva 1, adonde había llegado a la par del de San
Salvador y de Segu Barroso, que eligió frenar por afuera (¿no es negocio con los
110?). Muchos metros más adelante, Borgert entraba primero a la chicana de la
recta opuesta.

Pero Fulini comenzó a escribir su página. Hizo la curva 1 con el radio ideal, en
tanto Borgert cuidó la cuerda lo más que pudo. En la curva 2 regresó al frente
el diminuto "proyecto de piloto" local. De manual la maniobra, de la página
"Las grandes maniobras se hacen de a dos" mas precisamente, porque Borgert
lo dejó entrar apenas vio la trompa azul y blanca adelante.

A pesar del empeño que puso, no pudo evitar que Borgert se le filtre por adentro
en la entrada a los mixtos de arriba. El resto de la última vuelta fue una persecu-
ción que dejó seguramente mucha experiencia acumulada para "Chapita". Tercero
entró Schmukler, cuarto Leonardelli, quinto Benja Traverso recuperándose de una
fallida primera vuelta, sexto Segu Barroso.

Cuando minutos antes de las 14 se largó la final de Escuela, no imaginábamos un
desarrollo como el que se presentó. Fulini arrancó mejor por afuera que Borgert,
que tuvo el lugar de privilegio por haber vencido en la serie.

Como vemos en el "intento de foto" Borgert quedó segundo, y se repitió la histo-
ria. Se empezaron a cortar los dos. Detrás, Leonardelli, Schmukler y Traverso se
trenzaron por el último escalón del podio. En la primera pasada, estuvieron en
una línea los tres , por la recta principal.

Llegados los punteros a la curva 5 (el retome de los sobrepasos, salida de la
recta su o entrada a los mixtos de la parte más alta del circuito) Borgert pasa al
frente. Esta maniobra se repetiría lo largo de toda la final, en una vuelta uno, en
la siguiente el otro.

En cambio cuando llegó el pelotón, hubo un extraño movimiento, con un kart
apartándose del radio de giro. Entonces Juan Manuel Laplacette, la grata revela-
ción de esta final, pasó entre los tres al tercer lugar. Toda una sorpresa fue la vuelta
inicial de este novato.

Leonardelli y Schmukler no le perdieron pisada, como si estuvieran ofendidos del
atrevimiento del "infiltrado" que circuló un giro delante del cuarteto. En la entrada
a los mixtos perdió el tercer lugar Laplacette. Quedó conformado así un quinteto.

En tanto, en apenas tres giros, el tándem (parecía que los unía un invisible hilo)
Borgert-Fulini se iba escapando más y más de ellos. En el cuarto giro, el quinteto
que encabezaba Leonardelli, con Laplacette todavía delante de Traverso, Schmu-
kler y Barroso, recibió un sexto integrante, pues el debutante Juan Ignacio Herrero
(foto 3) se acopló a ellos, tratando de mantener el ritmo.

Por apenas unos metros, pareció que Fulini iba recuperando la vanguardia, pero al
llegar a la punta de la lomada, en la curva 5, siempre por adentro Borgert cuidaba
la cuerda, entrando primero a los mixtos. Leonardelli por su parte, les había sacado
un par de metros al grupo, en el que Barroso buscaba por todos lados superar a
Laplacette. Como resultado de esta batalla, el quinteto se "desarmó" en tres bloques.
De todos modos, detrás de Schmukler (séptimo) había "un campo" al debutante
Herrero, al que poco a poco se le iba acercando Julián Berti.

Las miradas, por supuesto, estaban puesta en el duelo por la punta. nadie observa-
ba la recuperación de Benja Traverso (quinto en el giro 5) ni que Schmukler iba
perdiendo contacto con éste.

      Promisorio debut de Juan Ignacio Herrero en Escuela. Pudo ser octavo...


No solamente que iban a dirimir la carrera Borgert y Fulini. También había acción
medio circuito más atrás, con Barroso y Traverso que le dieron alcance a Leonar-
delli (tercero) y Laplacette, los dos karts rojos.

Así fue que Traverso pasó al cuarto lugar en la sexta vuelta, por adentro en la curva
1. Ahora le tocaba a Barroso, que lo logró, aunque los nervios le jugarían una mala
pasada.

Siete vueltas, entraron en la última, y seguía sin definirse. Se persiguieron con una
fiereza inconcebible, se superaban como veteranos que no son, todo parecía a fa-
vor de Borgert al entrar al último giro.

Por el tercer lugar, Traverso giraba mucho más tranquilo, ya separado de Leonarde-
lli y Barroso, enfrascados en su propia batalla. Segu talló la curva en la desesperación
por no dejarse superar por el chajariense, aunque no ganó terreno por esta acción
-devolvió el puesto- sería sancionado con apercibimiento.

Última vuelta y había que salir pegado al líder para poder meterse por adentro en el
lugar favorito de los sorpassos. Era la última oportunidad, porque en el resto del
circuito, salvo un error, no iba a poder ser.

Agustín Fulini lo sabía y no falló. Lejos de rendirse, en los 900 metros restantes
Manu lo persiguió, como para arribar a la recta principal y tirarse a suerte y
verdad en la última aceleración. Lo hizo estupendamente, pero no le alcanzó.
Ganó Fulini por 071. Una nada, ni una décima siquiera.

Traverso subió al podio, cuarto Barroso, quinto Leonardelli, sexto Laplacette, sépti-
mo Schmukler, octavo Yair Mansanarez, noveno Tomás Arosio y décimo Julián
Berti. Tomás Kern y Mateo Lang no perdieron la vuelta, lo que en un circuito tan
extenso y complicado significa que han hecho progresos que deberían ser aliento
para sus padres.

El debutante José Herrero pudo haber sido octavo, si bien tuvo que desertar, dejó
una inmejorable impresión. Hay que seguir sin bajar los brazos. La lección que
dieron estos chiquitos, en especial Fulini y Borgert debería ser usado como
condena para los pilotos de las 150 cc.

¡Otra que "apercibimientos"! Nosotros los condenaríamos a mirar veinte veces el
video de esta final, a ver si de una buena vez aprenden a superarse de manera
limpia y sin toques, como estos poderosos chiquitines.

Acortó en cinco puntos la enorme distancia que le llevaba Borgert, que por supes-
to sigue liderando la tabla. Tal como dijimos en la nota anterior, a este torneo le
estaba faltando sal... y con este triunfo consecutivo de "Chapita" ahora tiene sal y
pimienta. Faltan cuatro fechas, todavía se puede. El gran beneficiado, como debe
ser, fue el público. Valió la pena pagar la entrada para ver esta final ¿o no?


@AleSpizzirri

(Texto y fotos)







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