sábado, 31 de enero de 2015

Lo mejor del 2014 de la Copa Turismo Std fue la noche del 19 de diciembre

Llegado el momento de hacer un "racconto" categoría por categoría, empezando
como no podía ser de otra manera con la muy concordiense "Turismo 1400 Std"
haremos una nueva pausa a la formalidad, para contarles lo mejor que se vivió
en el "reducido" torneo 2014. La calurosa noche del pasado 19 de dicembre,
con Papá Noel ya en viaje desde la gélida Finlandia, en el Autódromo de Concor-
dia hubo una Cena de Fin de Año.


Claro, solamente a la A.P.T.S. se permite "alterar" sin ruborizarse la paz entre los
autos de Rally que estaban en parque cerrado, apenas unos metros más allá
del estrecho pero acondicionado reducto donde fuimos invitados a la Cena.

Todo transcurría normalmente, con el clásico buen gusto del cantinero del predio
en el menú (asado) y las bromas de rigor al observar atentamente los videos con
el resumen de las carreras, cámaras a bordo, etc.

Gratos momentos en los que no se olvidó de reconocer a los muchachos del moto-
ciclismo de velocidad, que aportaron su "palada" -no granito- de arena en cada
jornada. Muchos de ellos cruzando la frontera desde Salto, Uruguay.

Por cierto la labor de los hombres de Prensa también fue destacada, nobleza obliga
queremos agradecer el recordatorio que se le entregó a esta humilde Hoja.


Sin duda, por poco común hay que destacar la entrega de placas recordatorias, ese
el especial momento en que se lo hizo a mecánicos y preparadores, algo inédito en
Entre Ríos, justiciero homenaje a aquellos que no figuran en las crónicas y son los
responsables de la labor de cada piloto.

Amenizada la velada por un fenómeno con mucho oficio, llamado Jorge, los sorteos
ya son una tradición, como así también que los Rodríguez se lleven la mayor parte
de lo que hay en juego (y los periodistas, bien gracias).

La "normalidad" se interrumpió con sorpresa cuando irrumpieron, nadie sabe como
ni desde donde, cuatro infartantes pasistas de una comparsa del Carnaval de Con-
cordia entre los estrechos pasillos de un salón que no dio de abasto para tanta con-
currencia ¡Y eso que somos bien pocos!


Hasta entonces todas las miradas se la había llevado la colega Mariel Biscari, "la
cronista de la TV" que es parte entrañable ya de la categoría. Pero a partir de ese
momento, la voluptosidad y la exuberante belleza de las pasistas hizo desviar la
mirada de muchos. Algunos para no quedar mal con su pareja eligieron salir a fu-
mar, otros se dedicaron a encontrarle defectos al cielo raso, o a mirar el celu para
disimular la tendencia a salirse de sus órbitas de sus ojos.

Con el profesionalismo que caracteriza a los escribas de esta categoría (...) gatilla-
mos varias veces buscando reflejar toda esa magia que irradian las jóvenes, que
bailaban como poseídas por los influjos sonoros propios del Rey Momo. En nues-
tro caso el resultado fue un fracaso, pero lo compartimos igual. De nada.


Luego de ese hipnotizante momento (Fernando Roude tardó muchos minutos en
recuperarse) llegó el turno del azar. El bingo familiar, cuyo pozo estuvo coquetean-
do con dos o tres, para finalizar ¡En quién más! En las manos de los hermanos
Ignacio y Sebastián Rodríguez, los tocados por la varita mágica de la Diosa Fortuna.

En noble gesto que es digno de ser destacado, devolvieron el monto al cofre del po-
zo, para arrancar con una segunda ronda.

Por entonces de las cuatro beldades no quedaban ni las plumas de faisán. Nada tenía-
mos ya que hacer allí, y el reloj marcaba insensatamente las cuatro de la madrugada.

El deber irrenunciable de los hombres del teclado y la cámara fotográfica - bueno, el
celular también- nos llevó a abandonar antes de tiempo la más cálida Cena de los
últimos tiempos. Había que cubrir el Rally de Concordia al día siguiente, lo que se
hizo a duras penas por el aguacero, como se recordará.

Una vez más, agradecemos a Gustavo Francois y Claudio Saloj por habernos invita-
do a la inolvidable noche, al que por fin hizo realidad ese viejo anhelo que no nos
cansamos de repetir en esta página.


Si tenemos las mejores pasistas del Carnaval ¿Porqué no las aprovechamos para
promocionar los corsos? Solamente faltó una dosis de Valium y otros remedios pa-
ra las taquicardias, que de todas maneras, por la "transformación" que tuvieron
varios veteranos en el recinto, al compás de los tamboriles, no hacían falta.

No como las copas de whisky de los escoceses, que se rompen para significar que
el momento es único e irrepetible, desearíamos que las Cenas como la de la Asoc.
de Pilotos Turismo Standard (A.P.T.S.) sean habituales, porque como dijo entre
la penunbra azul un comensal "¡Después podemos buscar un motivo!¡Hic!"


@AleSpizzirri

No hay comentarios:

Publicar un comentario